sábado, 25 de mayo de 2013

Fobia social y la timidez

Es natural sentirse cohibido, nervioso o tímido frente a otros de vez en cuando. A todos nos pueden aumentar las pulsaciones, transpirar las manos o se nos puede revolver el estómago cuando nos prueban la voz para entrar al coro, invitamos a alguien a una cita o damos una presentación en la clase.
La mayoría de las personas superan estos momentos cuando es necesario. Pero en algunos casos, la ansiedad que acompaña el sentimiento de timidez puede ser excesiva. Tal vez resulte tan insoportable que algunas personas se sientan demasiado nerviosas para dar una respuesta en la clase, para mirar a los ojos a otros compañeros en el corredor o para conversar con otros durante el almuerzo.
Cuando las personas se sienten tan cohibidas y ansiosas que no pueden hablar o socializar la mayor parte del tiempo, es probable que la causa no sea simplemente la timidez. Es posible que se trate de un trastorno denominado “fobia social”.

La fobia social (a veces denominada ansiedad social) es un tipo de problema de ansiedad. Los sentimientos exagerados de timidez e inhibición se transforman en un poderoso miedo. Como resultado de ello, las personas se sienten incómodas en situaciones sociales de todos los días.

Quienes padecen de fobia social suelen ser capaces de interactuar con su familia y con unos pocos amigos cercanos. Pero conocer gente nueva, hablar en un grupo o en público puede hacer que su timidez excesiva salte a la luz.
En el caso de las personas que padecen fobia social, la timidez excesiva, la inhibición y los temores de sentir vergüenza interfieren con la vida diaria. En lugar de disfrutar de las actividades sociales, las personas que sufren de fobia social probablemente les teman y las eviten de plano.
Cuando una persona padece fobia social sus temores y preocupaciones se centran en su desempeño social; sin importar si se trata de una presentación importante ante la clase o una pequeña charla frente a los casilleros.
Quienes sufren de fobia social suelen sentirse inhibidos e incómodos por la posibilidad de que otras personas los vean o los juzguen. Son más sensibles a los temores de sentirse avergonzados, verse como tontos, cometer un error, recibir críticas o que otros se rían de ellos. Nadie desea pasar por esas circunstancias. Pero la mayoría de las personas no dedican mucho tiempo a preocuparse por ellas.

miércoles, 22 de mayo de 2013

Preocupaciones de todos los días

¿Alguna vez sentiste miedo? En ocasiones, todos nos asustamos. ¿Los truenos y relámpagos hacen que tu corazón lata mas rápido? Tal ves, se te seque la boca cuando tu maestra anuncia que tomará un pequeño examen, o te transpiren las palmas de las manos cuando llegue tu turno de dar una lección ante toda la clase. Probablemente, sientas un nudo en el estomago cuando vez el peleón que siempre te molesta.

Todos sentimos temor de vez en cuando. Y esto pasa sin importar lo grande o valiente que seas. En ocasiones, el miedo puede llegar a ser bueno y ayudarte a mantenerte saludable. El miedo a acercarse demasiado a una fogata puede salvarte de sufrir graves quemaduras. Y el miedo a obtener una mala calificación en un examen puede hacer que estudies mas.
Estar un poco asustado también puede agudizar tus sentidos y ayudarte a desempeñarte mejor en un recital o durante una competencia. Algunas personas incluso disfrutan estar un poso asustadas. Por eso, les gusta ver películas de terror o montar en la montaña rusa

lunes, 20 de mayo de 2013

La ansiedad y el miedo

Todas las personas, desde los niños hasta los adultos más mayores, experimentan ansiedades y miedos de vez en cuando. sentirse ansioso en una situación particularmente incomoda nunca es agradable. Sin embargo cuando se trata de los niños, experimentar este tipo de sentimientos es normal y necesario. Sentir y lidiar con la ansiedad puede preparar a las personas más jóvenes a hacer frente a experiencias y situaciones retadoras en la vida.  

la definición de ansiedad es "una aprehensión sin una causa aparente." Suele ocurrir cuando no existe una amenaza inmediata a la seguridad o el bienestar de una persona, pero sin embargo la amenaza se siente como algo real. La ansiedad hace que una persona quiera escapar de una situación rápidamente. El corazón late con velocidad, el cuerpo puede que empiece a sudar y pronto la persona sentirá "mariposas" en el estómago. Sin embargo, un poco de ansiedad puede ayudar a las personas a mantenerse alerta y concentradas.


Sentir miedo o tener ansiedad sobre ciertas cosas puede ser positivo porque hace que los niños se comporten de una manera más segura. Por ejemplo, un niño que tenga miedo al fuego evitará jugar con fósforos